LA MEMORIA FOTOGRÁFICA DE CUMANÁ

Abstract

Un sucrense como pocos, este Luis Gerardo González Bruzual, periodista mezclado con biólogo, con mucha vocación para la medicina y con devoción de la grande por la historia, está ahondando desde hace tiempo en la memoria fotográfca de Cumaná, su ciudad natal. En eso ha logrado hazañas bien trascendentes. No es poco decir que tiene entre sus hallazgos fotografías que se remontan hacia el 1889. Eso signifca que conoce a Cumaná fotográfcamente desde antes de la provechosa presencia de Henrique Avril, el famoso corresponsal viajero del “Cojo Ilustrado”, de Caracas, a quien se tiene como el primer reportero gráfco de Venezuela. Avril anduvo con sus pesadas cámaras por esos predios del Manzanares, Carúpano y hasta la lejana Güiria, en los comienzos de la llamada Guerra de la Libertadora, como se llamó a la rebelión armada liderada por el banquero y general Manuel Antonio Matos y el general barcelonés Nicolás Rolando, en 1902. De Avril ha logrado Luis Gerardo algunas de las históricas y sorprendente fotografías que exhibe en este compendio de Cumaná, a propósito de los 500 años de su fundación. Lo otro son el legado fotográfco del terremoto de 1929, llegado a sus manos desde vínculos familiares, fortuitas casualidades y por un librero, de origen español, su gran amigo generoso Otero, quien se ha convertido en el más ferviente de los cooperadores con su investigación, desde los mostradores de su popular librería Cervantes. En materia fotográfca, la suerte sopla con buen viento a favor de Luis Gerardo, de la manera más sorprendente. Su padre, Gerardo González, constructor de las obras públicas que se proyectaron para Cumaná desde la época de Medina Angarita hasta muchos de los años de la democracia, tuvo predilección notable por la fotografía. De eso habla, la valiosa colección de cámaras que tuvo en vida y que ahora Luis Gerardo atesora en su biblioteca como un gran patrimonio personal. Gerardo González, quien era nativo de Maracay, Estado Aragua y contrajo matrimonio con la joven cumanesa, Dianora Bruzual Núñez, madre de Luis Gerardo y de sus otras tres hermanas, captó fotográfcamente las grandes obras que hizo en la capital y otras regiones del Estado Sucre, entre ellas el sistema de Cloacas de la ciudad, la avenida Gran Mariscal y la Fernández de Serpa por largo tiempo las más atractivas y grandes de Cumaná, la primera carretera para el uso de vehículos hacia Cumanacoa, así como Cumaná-Pto La Cruz, y la de Carúpano. De su padre, Luis Gerardo, tuvo de regalo su primera cámara una Kodak Fiesta, cuando aún no había llegado a las aulas del liceo Sucre. Le sacó provecho. Aún conserva algunas de sus primeras fotografías. Como profesional de la cámara, Luis Gerardo ha incursionado con mucho éxito por los diarios de Sucre y de Caracas. Trabajó con la corresponsalía de El Universal y eventualmente también con El Nacional, Ultimas Noticias y otros periódicos, pero su óptica no estuvo en ningún caso limitada a la cobertura del suceso y acontecer político, de lo cual conserva muchos testimonios. Luis Gerardo es fundamentalmente un excelente documentalista del Estado Sucre, pero en ello Cumaná, sus personajes, su arquitectura histórica, su riqueza marítima y fluvial, su fauna, su flora, han ocupado su atención, con una predilección que debemos reconocer como verdaderamenteúnica. Al preguntarle el Por qué de ese gran amor por su ciudad y Estado Natal sonríe y dice: “Creo que eso lo llevo en mi carga genética puesto que mi octavo gran abuelo Pedro Bruzual, según la información suministrada en el texto: Base de dato creada por extracciones de obras genealógicas principalmente de Venezuela, España y otros países hispanos. Algunas Familias de Cumaná, Carlos Iturriza Guillén, (Caracas : Instituto Venezolano de Genealogía, 1973.), CS398.C85 I88 (OCLC: 2192262 ). Página: 153 (Confabilidad: 3). Consectario de la ciudad de Cumaná. Papeles de la familia Bruzual. Datos de Don Salvador Bruzual Sanabria, de Doña Conchita Bruzual Serra y Doña Josefa Antonia Guillén Quintero, ese abuelo mío arribó de España y el pase expedido para viajar quedó reflejado así: IMMIGRATION Cir. 1690 Cumaná, Sucre, Venezuela . Buscar todos los individuos que registran eventos en este lugar. [1]. Pedro Bruzual, de España Sexo Varón. Pasó a Indias. Se estableció en Cumaná y aquí murió. Es decir que cuando ese abuelo arribo a Cumaná, la ciudad tenía tan solo 175 años de fundada. Creo que aquí está la razón de eso que siento por Cumaná muy pocos saben quien fue su octavo gran abuelo, a lo mejor un bandido de aquella época, pero como hago, ese era mi octavo abuelo y yo lo llevo en mi sangre.” Risas. Por largos cinco años, compartimos juntos en el curso de profesionalización organizado por la Universidad Central de Venezuela, con los auspicios del Instituto de Mejoramiento del Periodista y el CNP. Fue una experiencia extraordinaria. Nos graduamos en 1990. La entrega de nuestros títulos de Licenciados de la UCV fue un acontecimiento que tuvo trascendencia nacional Luis Gerardo estuvo entre los alumnos más destacados de ese grupo de reporteros que podíamos exhibir con orgullo antes de la graduación universitaria una trayectoria profesional de larga data. Por algún tiempo, muy poco conocí de Luis Gerardo y sus andanzas. Por razones familiares, nuestro fraternal colega periodista, estuvo metido en quehaceres gerenciales en la planta de Alimentos El Faro, fundada los Castañeda en Punta de Piedras y adquirida en la década de los 80 por su suegro, Raimundo Amilibia. En esa actividad, la tenacidad científca de Luis Gerardo González Bruzual-con estudios de biología en UDO y Maestría en esa especialidad en la Universidad Complutense de Madrid, con validez para toda la Comunidad Económica Europea – se hizo sentir, también con gran éxito. La planta enlatadora de sardinas El Faro, llegó a ser la primera fuente industrial de empleos en Margarita. En algún momento superó a Conferry como primera empleadora en la Isla, pero en años más recientes, intervenciones ofciales y amenazas de expropiación, nos obligaron a la familia a traspasar su propiedad a un comprador. Me entero que en sus labores industriales, para la planta de El Faro, Luis Gerardo y su esposa Valentina fueron calculadores y muy efcaces al negociar la materia prima, que traían de México, Chile y España. “En esa época, pasé mucho tiempo tratando de haceruna de las mejores conservas. Era la sardina la proteína más barata que podía consumir el pueblo y una buena sardina enlatada necesita picantes, aceites y otras materias primas que se consiguen de más calidad y más económicas, fuera del país”, me dijo en una de sus charlas habituales. Claro que Luis Gerardo ha cambiado mucho. Sus abundantes bigotes se encanecieron y cuando se coloca su fel sombrero de explorador, es la viva estampa de Albert Schweitzer, el famoso médico alemán que hizo trayectoria en el África, brindando salud barata los pobres de las comunidades selváticas. No niega que sus lentes ovalados también le dan alguna semejanza con Juan Vicente Gómez, un personaje a quien su padre logró conocer en sus tiempos jóvenes en Maracay. No comparte, ni tolera, en absoluto, el autoritarismo y las dictaduras, pero reconoce chistosamente que “Gómez era un cazador de talentos, a los que no cazaba y metía presos o desterraba, los convertía en ministros”, dice y larga la risa. Cree que en esta época, nos han hecho mucha falta los ministros de un gobierno que no conoció de inflación y de especuladores. Entre sus contemporáneos, repetimos, es difícil conocer a un cumanés tan preocupado y conocedor de la historia de Cumaná. Habla de Humboldt, del Mariscal, de Andrés y hasta de personajes mitológicos muy pocos conocidos como las Diosas Araya y Paria , tal como si los hubiera conocido personalmente. No pasaron en balde los tiempos que compartió con José Mercedes Gómez, el médico, cronista y afanoso historiador. Algunos de sus libros de investigación, están ilustrados con fotos de Luis Gerardo. “Creo que desde esa época, ando con la manía de recetar medicinas a mis amigos”, confesa, con franca y jovial expresión. De veterinario su gran benefciario es su perro Aker, un gigantesco Gran danés. Lo salvó hasta de la chingunguya africana. Fuimos a visitar a nuestro amigo Pablo Ramírez, en San Antonio Porlamar y le hizo un diagnóstico al voleo, de sus males. “Si tuvieras algo mal, estuvieras flaco y macilento. Tú vas a vivir mucho más que yo”, le dijo al saludarlo, con esa cordialidad que desborda. Luis Gerardo conoce al Estado Sucre, como la palma de su mano. Lo quise sorprender hablándole de Wilfried Merle y sus hazañas conservacionistas y de turismo de aventura en Paria. Me preguntó, “¿ Cuando quieres visitarlo? Wilfreid es un amigo que quiero como a un familiar. No te voy a decir que lo conozco desde la Guerra Mundial porque en esa época, era apenas un muchachito y yo estaba lejos de nacer, pero desde hace más de diez años me fascina hablar con Wilfried y oírle sus historias, Necesitamos más hombres como él para tener una mejor Venezuela”